La gestión del agua a nivel planetario parte de una legislación que podría considerarse global.

No obstante, cada Estado tiene unas normas distintas aunque todas ellas coinciden en lo fundamental y que hace incapié en su uso apropiado y distribución en el territorio.

Ya en otro orden más global en la actualidad se trata de llegar a acuerdos internacionales debido a que todo está conectado por los sistemas acuáticos y por tanto, lo que afecta a un sistema afectará por tanto al resto de sistemas. Dichos acuerdos se tratan de dar forma en formatos de Naciones Unidas, Unión Europea y otros sistemas de Acuerdo Económico.